lunes, 25 de febrero de 2013

De cuando todo era "cuestión de meterse”

Es de una familia de clase media-alta venida a menos”. Con esta descripción hace un tiempo se refería un conocido mío para hablarme de otra persona.

Clase media-alta”...

Más allá de lo retrógrado y desafortunado de la definición, esta frase me hizo pensar en los millones de españoles que podrían encajar en esta, repito, desafortunada clasificación. No me gusta etiquetar a las personas, es una moda demasiado recurrente que me parece tan simple como injusta, pero sí creo que podría medio encajar en los españolitos prototipo de hace unos años, de cuando éramos ricos...o jugábamos a serlo.

Aunque parezca muy lejano, hace apenas unos años “todo era cuestión de meterse”, frase que decía un amigo mío cuando se refería a la decisión de embarcarse en la arriesgada aventura de una hipoteca. Yo misma lo viví en mi piel cuando a mi novio y a mí se nos ocurrió la entonces descabellada idea de irnos a vivir de alquiler. Si tuviera que contarles todas las personas que nos decían aquello de “¿De alquiler? Estáis tirando el dinero, pero meteos en un piso”. Ya les digo, todo era cuestión de meterse...

Y cuántos sólo un tiempo después se arrepintieron de hacer caso a aquellas voces que, como las sirenas a Ulises, atraían al españolito de clase media hacia la clase media-alta. Todo era cuestión de financiar el salto sin saber que se trataba de un salto al vacío.

Y así fue cómo supongo que nació la presunta clase media-alta, a la que el sistema que inventaron políticos y banqueros hizo creer que todo el mundo podía tener una casa de 40 ó 50 millones de pesetas porque “todo era cuestión de meterse”. Y si hacía falta pues se ponía el préstamo a 50 años, aunque tuvieran medio claro que en el mejor de los casos terminarían pagando las letras sus hijos en un futuro herido de hipotecas.

Y porque “todo era cuestión de meterse” la gente se iba de viaje a destinos inimaginables para nuestros padres, eso sí, previa financiación, aunque eso implicara estar pagando el viaje hasta las siguientes vacaciones.

Y como todo era cuestión de meterse les decían las sirenas de Ulises disfrazadas de banco que podían comprarse un cochazo de 5 ó 6 millones de pesetas con todos los extras o la televisión más “fashion” del mercado porque financiaban todo cuanto fuera necesario.

Y de este modo probablemente nació esa efímera clase media-alta, con aquellos a los que hicieron creer que eran ricos o que al menos podían jugar a serlo mientras acumulaban letras y más letras.

Pero es que al final de la historia que nos contaron resultó que todo no era cuestión de meterse sino de pagar religiosamente todas y cada una de las cuotas con puntualidad inglesa, pues de lo contrario los bancos arrasarían con todo cuanto hubiera con la misma facilidad con la que habían concedido los préstamos a diestro y siniestro, con el pequeño detalle de que se quedarían sin casa pero seguirían pagando al banco. La estafa del siglo.

Así que si este conocido se refería con eso de “clase media-alta venida a menos” a este perfil, me temo yo que en ella podremos incluir a millones de españoles que fueron engañados por un sistema que, como si se tratara de alcanzar el famoso sueño americano, les hizo creer que “todo era cuestión de meterse”.

NOTA: Y quien lo desee puede escuchar el audio de este mismo artículo, emitido el pasado viernes 22 de febrero en “La Mañana de Jaén”.
De cuando todo era "cuestión de meterse". La columna de Gema Torrente.

jueves, 21 de febrero de 2013

Todo el mundo corre

No sé si ya se habrán dado cuenta, pero de un tiempo para acá todo el mundo corre. A lo mejor es que con la que está cayendo tenemos todos tanto miedo a todo que a más de uno le ha dado por ir entrenando por si hay que salir huyendo del mundo en cualquier momento. El caso es que, como les digo ahora todo el mundo corre.

¿Que no se han percatado? Pues les aseguro que yo que de un tiempo a esta parte, no hago más que ver y escuchar a gente cercana que ahora practica “running”, que no “footing” eso ya no está de moda, que suena a que uno anda rápido y no está bien visto.

Pero además no piensen que los llamados “runners” van a correr sólo por el barrio de vez en cuando. No, no, es que ahora resulta que hay leches en algunas carreras para recoger los dorsales de toda la gente que se apunta. Increíble, pero cierto, las carreras populares están más de moda que nunca, lo cual está muy bien, una manera mucho mejor para evadirse de todo que juntarse para hacer botellón, pero con moderación, que hay algunos que quieren participar en todas las competiciones y eso ni es saludable ni recomendable.

Hay quienes tienen la teoría de que correr se ha puesto de moda por la crisis, porque resulta más económico que ir al gimnasio y encima te da la libertad de poder hacerlo cuando quieras, aunque esto es cuestionable, pues mucha gente se gasta una pasta gansa en ropa y complementos de lo más sofisticados, que detrás de esto también hay un negocio importante, qué se creían.

También hay quienes apuntan que la moda ha resurgido entre los que ya están más cerca de los cuarenta que de los treinta por eso de sentirse más activos y más jóvenes. No sé, de todo habrá, pero mi humilde opinión es que sencillamente “está de moda” y como tal mucha gente se suma a ello, estén o no preparados para hacerlo.

Correr es muy saludable pero siempre y cuando se haga con las debidas precauciones. Y he aquí el principal error que están cometiendo muchos de los “fashionistas”, que han decidido de repente empezar a correr porque se lleva y como son muy “cool” pues, hala, a correr, estén o no preparados para ello.

Y es que les prometo que de todo este boom de Abel Antón y Chema Martínez que se está viviendo hay de muchos que no sorprende porque son personas que practican habitualmente deporte, pero hay alguno que otro que me temo que cualquier día de estos le da un “jamacuco” porque lo más parecido que había hecho antes de correr era andar un poco a lo “Walking Dead”, que para quienes no lo sepan son unos simpáticos zombies de una serie televisiva que dan mucho miedo pero de correr poquito.

Moraleja de la historia. Pues eso, queridos corredores populares. Bendita moda la del "running", pero con cuidadito que Forrest Gump sólo hay uno.


NOTA: Y quien lo desee puede escuchar el audio de este mismo artículo, emitido por servidora el pasado viernes 15 de febrero en “La Mañana de Jaén”.